Hoy conoceremos un impresionante rincón forestal de la geografía española, de esos que te dejan sin aliento, el Nacimiento del Río Cuervo. Está declarado como Monumento Natural por la Junta de Castilla la Mancha, se encuentra situado en Cuenca pero ya muy cerquita de la frontera con Aragón.
Para ver el lugar, hay un parking gratuito y una serie de pasarelas, adaptadas en parte a silla de ruedas, por lo que es accesible para visitar la zona, a personas con movilidad reducida.
La vegetación que enmarca el área está compuesta por pinares y vegetación de ribera, que tienen bajo su sotobosque a especies como el boj, la sabina rastrera o el acebo. Hay que indicar que este lugar, en el periodo cretácico era un fondo marino.
Las rocas son las típicas calizas de esta zona de la Península Ibérica, en la que, las rocas carbonatadas dan lugar a espectaculares galerías, simas y pozos dejando un paisaje kárstico espectacular. En esta zona, la roca que se va formando procedente del carbonato de calcio, que trae el agua desde el terreno de la Muela de San Vicente, se denomina Toba y da lugar a formas muy originales, creando espesores en la roca de incluso varios centímetros al año.
El mágico sonido del agua nos acompaña todo el sendero, algo menos de dos kilómetros en los que disfrutar de un lugar tranquilo y relajado, que solamente pierde su esencia, los festivos y fines de semana en los que los turistas se agolpan durante la senda.
Al ir ascendiendo diversas cascadas nos regalan el rugido del agua.
Cuando seguimos remontando el río hacia su propio nacimiento, vamos observando lo comentado sobre cascadas, vegetación, rocas, etc. además de algo de nieve por la mayor altitud. Mientras tanto, al llegar al nacimiento, se observa como surgen las aguas a través de una roca formando el manantial. Hasta este lugar se han ido filtrando las aguas, entre las galerías subterráneas de las rocas calizas, saliendo a la superficie al coincidir con materiales más impermeables ricos en arcillas.