Celo de los machos y cabras montesas (Capra Pyrenaica Subsp. Victoriae) 2018, en el Parque Natural de Batuecas – Sierra de Francia, al Sur de Salamanca.

Hola a todos.
 

Un año más nos hemos asomado a las cumbres de la Sierra de Francia. Nos encontramos en el Parque Natural de las Batuecas – Sierra de Francia, en el Sur de la Provincia de Salamanca, en las estribaciones occidentales del Sistema Central, limitando con la comunidad extremeña. Ese magnífico lugar donde habita una de las especies más emblemáticas de la fauna ibérica, la cabra montés.

Summary
 
Hello!
 
In this post I´m going to write about an event that takes place every Autumn in the nature of Salamanca: the route of male Iberian ibex (Capra pyrenaica Subsp. Victoriae). This Autumn, I photographed this event taking curious pictures, where the Iberian ibex forms groups in order to reproduce.
On this occasion they were more confident than usually and we could took great photographies because they didn’t feel fear. We observed a one-eyed animal and a fight in the rocks. It`s a great site for your visit the Peña de Francia in the province of Salamanca.

Enjoy reading the post and seeing the pictures and video. 
 
Bye!
 

Me gustaría hablar también de la cabra montesa como un aprovechamiento cinegético, sostenible y perdurable en el tiempo que solamente se ve afectado por algunas enfermedades como la sarna. Es la reina de la caza mayor, tanto en España como en Portugal. Es el trofeo con más valor y categoría en nuestro país, por tratarse de una especie endémica, que sólo se puede cazar aquí y que atrae, a aficionados de todas las partes del mundo.

Es una especie cuyo aprovechamiento y caza se remonta a la prehistoria, y está presente en la mayoría de núcleos montañosos peninsulares. Existe en ellas un claro dimorfismo sexual, y, ambos sexos poseen cuernos no ramificados y que son mucho más desarrollados en los
machos que en las hembras. Gracias a sus pezuñas, la cabra montesa se adapta extraordinariamente a terrenos abruptos y de difícil acceso.

 
A lo largo del año los machos forman grupos separados de las hembras y los ejemplares jóvenes. Entre los meses de noviembre y enero llega la época del celo, alargándose o acortándose según venga el año en cuanto a condiciones meteorológicas, y entonces, los grupos se convierten en mixtos. En cada grupo hay un macho líder que es el encargado de montar a las hembras que están receptivas, aunque pueden salirle competidores
de una edad similar o algo más jóvenes.
 
Joven macho en sus primeras correrías con una cabra.
 
En esta ocasión, al llegar a la parte alta de la Peña de Francia divisamos un primer grupo de cabras, estaba formado por dos machos viejos y varios machos adultos pero más jóvenes, por el tamaño de la cuerna uno de los machos parecía de una edad ligeramente mayor al otro.
 
Primer grupo observado, se aprecia el gran tamaño de las cuernas de uno de los machos.
 
Con el acercamiento al grupo se puede disfrutar de su observación en las tareas cotidianas, alimentación, correrías, saltos y en la observación de los primeros intentos de los machos más jóvenes por llamar la atención de las hembras.
 
Cabra y joven macho alimentándose.
 

Gran macho tras beber agua, se aprecian las gotitas.

Hay que indicar que los machos olfatean los órganos sexuales de las hembras en busca de aquella que esté receptiva para poder aparearse. La pauta del cortejo típica de los machos consiste en estirar la cabeza y el cuello para olfatear los órganos sexuales de la hembra y saber si está en celo o no. Todo esto lo vamos a ver posteriormente en varias fotografías y en el vídeo. A comienzos de noviembre los machos mayores de ocho años luchan entre ellos por el control del grupo y en diciembre la jerarquía ya ha sido establecida. Generalmente la aceptación de la hembra es mayor hacia los machos de mayor edad, que son los que pasan más tiempo luchando por el control del grupo.

Cuando una hembra no está preparada para la monta muestra su disconformidad volviéndose hacia el macho, como podemos ver en la primera imagen. Los más jóvenes buscan su momento para cortejar a las hembras pero con escaso éxito ya que éstas prefieren por lo general al macho
dominante que casi siempre suele ser el de mayor edad. A continuación imágenes de un joven macho en celo.
 
 
Una cabra le quita la cara a un joven macho, le muestra disconformidad.
 
 
                                                         
Como vemos no está preparada.
 
Al estar a una menor distancia ya observé como en uno de los machos su ojo izquierdo estaba en mal estado, lo tenía negro, estaba “tuerto”. Aun así el viejo macho se defendía bien en su rutina, contaba cómo podemos ver en esta imagen con un pequeño grupo de hembras.
 
Viejo macho tuerto con cuatro cabras de su grupo.
 
Vemos el ojo izquierdo del macho negro, vacío. Aún así mantiene a tres cabras a su lado.
 
En esta imagen se ve muy claro, el macho estaba tuerto.
 

A su vez el otro macho, este de menor tamaño, correteaba junto a una hembra y observaba el grupo con mucho interés. De repente algo asustó al grupo y emprendieron la huida con cierta rapidez.

El otro macho montés del grupo observa.
 
                                                         
En este caso el macho observa junto a una hembra.
 
De pronto algo asustó al grupo y emprendieron la huída.
 

Tras haber conocido el funcionamiento de los grupos de cabras y haber observado ya varias, quería hacer un inciso, para contar una curiosidad acerca de la jaula que os muestro a continuación. Es un capturadero, una jaula utilizada a principio de los 90 para capturar cabras montesas con el fin posterior de reintroducirlas en lugares donde habían desaparecido como Riaño en León. Desde los lugares en los que se encuentran las jaulas, los animales capturados se transportaban principalmente a hombros para posteriormente venderlos a otros espacios naturales.


Jaula capturadero, aquí se cogían las cabras en los 90.
 

Después de este pequeño parón, seguimos con nuestro periplo por las alturas del Parque Natural y dimos con otro nutrido grupo de cabras, en el que la distribución de sexos y edades era parecida al anterior.

Segundo grupo observado, variedad de edades.


Que simpática esta cabra que nos observa entre dos peñas atentamente y a la vez nos saca la lengua.
 

Viejo macho sobre una peña.
 

Otro viejo macho con la luz del atardecer.
 

Joven macho nos observa desde una roca.
 

¿Salto o no salto?
 
Este grupo también nos dio juego, en parte porque los machos estaban más encelados y aun no tenían bien formados los grupos con las hembras. Esto nos propició ver varios momentos de celo, simpáticos retratos, una breve lucha y tomar varias imágenes de siluetas al atardecer.
 
Viejo macho olfateando a hembra.
 
Hembra que muestra su disconformidad volviéndose hacia el macho.
 
El baile. Siluetas. Como todo, el celo también tiene su baile, aquí lo podemos ver.
 
 Siluetas de un viejo macho y otro más joven.
 
Silueta de un viejo macho en lo más alto de la Peña de Francia.
 
Retrato de un viejo macho asomando tras las cuarcitas.
 
Retrato de una cabra sobre el fondo de matorral.
 
Pelea de dos machos monteses entre unas rocas, chocaron sus cuernos varias veces, para al final como podéis constatar en el vídeo el macho viejo llevarse a dos hembras.


A continuación os dejo un vídeo grabado en estas visitas a la Sierra de Francia en el que se observan los grupos de cabras, carreras, celo, animales alimentándose, hembras que se giran porque no aprueban la cópula con ese macho y para terminar dos machos en unas peñas luchando.
 
Vídeo realizado en todo el área de la
Sierra de Francia.
 

Como suele ser habitual la Peña de Francia nos deja atardeceres mágicos, muy bonitos de observar en estos días de otoño, frecuentes las nieblas y también los mares de nubes en los valles.

Cae la tarde sobre la sierra con este maravilloso atardecer.

Os dejo esta extensa y divertida entrada.

Espero que os haya gustado y hasta pronto.

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